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  • Foto del escritorOscar Ayala García

Sácale el máximo provecho a las reuniones individuales (I)

Si en tu organización es frecuente la dinámica de reuniones individuales entre gerentes y sus subordinados de manera frecuente, puedes o contar con la suerte de que el líder sepa sacarle el máximo provecho a estos encuentros, lo que redundará en una mejora del desempeño, crecimiento y bienestar del colaborador así como el éxito de su equipo y la organización en general. Sin embargo, si no se gestiona de forma correcta, puede acabar en una situación de microgestión.

Esto puede suceder porque el líder no cuenta con las suficientes herramientas para tener una visión estratégica o porque la carga de trabajo impide poner la mira en un enfoque a mediano o largo plazo y se enfoca en el día a día, algo que es necesario revertir en ambos casos.

Como sea, es importante que tengamos en cuenta que tenemos una parte de responsabilidad en que estas reuniones individuales se mantengan en esa línea de acción, y recalcamos mantengan, porque, una vez observada la situación nosotros podemos hacer algo al respecto. Implica que seamos accountable y proactivos.

Quizá quieras cambiar esto, o potenciar los beneficios que tienen estas reuniones individuales bien enfocadas, pero no tienes claro cómo hacerlo. Vamos a dedicar este artículo y otro más, para brindarte mecanismos que hagan posible que tú, como colaborador, redirijas esta situación y, lejos de caer en el desánimo y enfocarte en simplemente cumplir con lo que te piden, puedas lograr que esas reuniones supongan un trampolín profesional y utilizarlo como una mentoría en la que recibir apoyo y con la que alinearse a los objetivos que persigue tu organización y tu área.

El objetivo es que, como proponen en el libro Encantado de Haberlos Conocido: El Arte y la Ciencia de las Reuniones 1:1, en una reunión individual se aborden tanto las necesidades prácticas como las personales del empleado (prácticas: información, instrucciones, alineación; personales: la necesidad de ser tratado con consideración, respeto, confianza y apoyo).

Pero los beneficios solo se hacen realidad cuando la reunión incluye conversaciones frecuentes que abordan esas necesidades del empleado. Y como las reuniones individuales generalmente son facilitadas por los gerentes, a menudo se enfocan en lo que está en la mente de ellos, en lugar del empleado. Por ello debes empoderarte, para dirigir la conversación hacia tus propias necesidades. Nuestra propuesta es que lo hagas formulando preguntas inteligentes. ¿Pero cuáles? Eso te lo diremos en este y en el siguiente artículo, utilizando siete categorías amplias para ayudarte a obtener el máximo valor de tus encuentros con tu jefe. Puedes utilizar, adaptar e incorporar estas preguntas en tus propias palabras según consideres adecuado.

Solicitar orientación y aportes

Utiliza estas preguntas para obtener ayuda de tu jefe en tareas o proyectos con los que estés teniendo dificultades, o para expresar tu necesidad de recursos adicionales, aportes o apoyo.

Estoy enfrentando algunos desafíos con X. ¿Puedes ayudarme a pensar cómo navegar y abordar X con éxito?

¿Podrías sugerirme ideas y opiniones sobre cómo puedo obtener más apoyo (personas, tiempo, financiamiento) para ayudar con Y?

¿Qué opinas de mi idea Z? ¿Tienes alguna sugerencia para mejorarla? ¿O tal vez tienes una idea alternativa que deba considerar?

En el siguiente artículo te platicaremos de las seis categorías restantes para que puedas sacarle el máximo provecho a tus entrevistas individuales.

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