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  • Foto del escritorOscar Ayala García

¿Y tú qué clase de líder eres?

Ser líder se ha convertido en una necesidad para el desarrollo profesional. Afortunadamente todos llevamos uno dentro aunque no siempre es el más adecuado. Sí, hay tipos de líderes, en este artículo te vamos a hablar de los diez más comunes, para diferenciar los diferentes tipos de liderazgo con sus principales ventajas, desventajas y riesgos.

Por supuesto, uno no siempre ejerce el mismo tipo de liderazgo. Lo ideal, es tener los conocimientos y la experiencia para poder ajustarte al perfil que se ajuste a la situación e incluso al equipo de trabajo. Pero… ¿de cuáles estamos hablando?

Liderazgo autocrático:

El liderazgo autocrático, también conocido como dictatorial o autoritario, se caracteriza por un líder que toma todas las decisiones importantes sin consultar a su equipo. Este tipo de liderazgo es eficaz en situaciones de crisis o cuando se requiere tomar decisiones rápidas. Sin embargo, puede ser perjudicial para el compromiso y la motivación de los empleados a largo plazo. Además, los líderes autocráticos pueden ser vistos como opresivos y pueden tener dificultades para atraer y retener talentos.

Liderazgo democrático:

El liderazgo democrático, también conocido como participativo, implica que el líder toma decisiones en colaboración con su equipo. Este enfoque fomenta la creatividad y la colaboración, lo que suele promover soluciones más innovadoras y efectivas. Sin embargo, el liderazgo democrático puede ser lento y puede llevar a decisiones subóptimas si el equipo no tiene experiencia o conocimiento suficiente para tomar decisiones informadas.

Liderazgo de coaching:

El liderazgo de coaching se centra en el desarrollo personal y profesional de los empleados. Los líderes de coaching trabajan en colaboración con sus empleados para mejorar sus habilidades y fortalezas. Este tipo de liderazgo mejora la retención de empleados y la productividad a largo plazo, pero puede ser menos efectivo en situaciones de crisis o cuando se requiere tomar decisiones rápidas.

Liderazgo transformacional:

El liderazgo transformacional se centra en inspirar y motivar a los empleados a través de la visión y la dirección clara del líder. Este enfoque suele mejorar la moral, la motivación y el compromiso de los empleados, lo que puede resultar en un mayor rendimiento y productividad. Sin embargo, el liderazgo transformacional es menos efectivo en situaciones de crisis o cuando se requiere tomar decisiones rápidas.

Liderazgo transaccional:

El liderazgo transaccional se centra en recompensar y castigar a los empleados por su rendimiento. Este tipo de liderazgo acostumbra a ser efectivo en situaciones donde los empleados necesitan motivación para cumplir con objetivos específicos. Sin embargo, puede ser menos efectivo en situaciones donde se requiere creatividad e innovación.

Liderazgo carismático:

El liderazgo carismático se centra en la personalidad y las habilidades de comunicación del líder. Los líderes carismáticos inspiran y motivan a los empleados a través de su presencia y su discurso. Este tipo de liderazgo puede ser efectivo en situaciones donde se necesita un enfoque de liderazgo inspirador. Sin embargo, este enfoque puede llevar a una dependencia excesiva del líder y a la falta de atención en la toma de decisiones basada en datos y análisis. Además, el liderazgo carismático también puede llevar a decisiones impulsivas o arriesgadas por parte del líder. Este enfoque puede ser efectivo en situaciones de crisis o cambio, donde se necesita un líder fuerte y convincente para movilizar a las personas hacia un objetivo común.

Liderazgo laissez-faire:

El liderazgo laissez-faire, también conocido como delegativo, implica que el líder delega la toma de decisiones y la resolución de problemas a sus empleados. Este enfoque permite fomentar la creatividad y la innovación, y puede mejorar la moral y la motivación de los empleados al darles más autonomía y responsabilidad. Sin embargo, puede ser menos efectivo en situaciones donde se requiere una dirección clara y decisiva.

Liderazgo situacional:

El liderazgo situacional implica que el líder adapta su estilo de liderazgo a las necesidades y habilidades de sus empleados y a la situación en la que se encuentran. Este enfoque puede mejorar la adaptabilidad y la efectividad del liderazgo, ya que el líder puede cambiar su enfoque según las necesidades de su equipo. Sin embargo, puede requerir una mayor capacidad de liderazgo y una comprensión más profunda de los empleados y la situación.

Liderazgo de servicio:

El liderazgo de servicio se centra en el bienestar y el éxito de los empleados y de la organización en su conjunto. Los líderes de servicio se enfocan en apoyar y capacitar a sus empleados para que puedan alcanzar su máximo potencial, lo que puede mejorar la moral, la motivación y la retención de empleados. Sin embargo, este enfoque puede ser menos efectivo en situaciones donde se requiere una dirección clara y decisiva.

Liderazgo de colaboración:

El liderazgo de colaboración implica que el líder trabaja en colaboración con su equipo y otras partes interesadas para lograr objetivos comunes. Este enfoque puede fomentar la creatividad y la innovación, así como mejorar la comunicación y la relación entre el equipo y otras partes interesadas. Sin embargo, puede ser menos efectivo en situaciones donde se requiere una dirección clara y decisiva.

Un estudio del año 2014 publicado en la revista Frontiers in Psychology concluyó que los diferentes estilos de liderazgo tienen diferentes efectos sobre los empleados. Por ejemplo, el liderazgo transformacional y el liderazgo de servicio se relacionaron positivamente con la satisfacción laboral y la retención de empleados, mientras que el liderazgo autocrático se relacionó negativamente con estas variables.

Otro estudio de 2019 publicado en la revista International Journal of Contemporary Hospitality Management concluyó que el liderazgo democrático y el liderazgo de servicio se relacionaron positivamente con la satisfacción laboral y la retención de empleados en la industria hotelera.

En general, no existe un enfoque de liderazgo "mejor" o "peor", ya que cada enfoque tiene sus propias ventajas y desventajas según la situación y las necesidades de la organización. Por lo tanto, es importante que los líderes comprendan los diferentes tipos de liderazgo y sean capaces de adaptarse a las necesidades y circunstancias de su equipo y organización.

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